Estimado colega: Es sabido que transitamos un tiempo dramáticamente complejo, que significó que nos replanteemos la organización de nuestras vidas y nos adaptemos a situaciones impensadas. Hemos debido lidiar con otra manera de ejercer nuestra profesión, sujeta como es lógico, a protocolos sanitarios, trabajos a distancia y digitalización de trámites judiciales. Pero no es menos cierto, que del infortunio más dramatico, el deber de toda persona de bien y de todo abogado probo, es el de ejercer un aprendizaje y procurar sobreponerse, siempre guiado por la indeclinable vocación de perseguir la realización de la justicia. También debo añadir que, a pesar de las vicisitudes imperantes, nuestro colegio se encuentra como desde el inicio de esta gestión, trabajando para todos sus colegiados y colaborando con todas las esferas tribunalicias para encontrar soluciones que atemperen el flagelo del covid19. Queremos, hoy más que nunca, desearles a todos nuestros colegiados, los mejores deseos con motivo del día del abogado, poniendonos a disposicion para lo que fuera necesario e instandolos a no cesar jamás el desarrollo de nuestra vocación y la pasión por el noble ejercicio de la abogacía.

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Cesar Ignacio Avendaño

Presidente,

Colegio de Abogados de Río Cuarto.